Desintoxicación

La abstención a los opiáceos rara vez es fatal. Está caracterizada por síntomas agudos que llegan a su punto máximo de 48 a 72 horas después de la última dosis del opiáceo y desaparecen después de unos 7 a 10 días, seguidos por un síndrome de abstinencia más prolongado caracterizado por malestar general y deseo vehemente por los opioides.
Programas con metadona
Durante más de 30 años se ha utilizado el tratamiento con metadona con eficacia y seguridad para tratar la adicción a los opioides. Prescrita adecuadamente, la metadona no es tóxica ni sedativa, y sus efectos no interfieren con actividades regulares como conducir un automóvil. El medicamento se toma por vía oral y éste suprime los síntomas del síndrome de abstinencia al narcótico por un periodo de 24 a 36 horas. Los pacientes pueden percibir dolor y tener reacciones emocionales. Pero lo más importante es que la metadona calma el deseo vehemente por la heroína asociado con la adicción, el cual es una de las razones principales de las recaídas. Se ha encontrado que en los pacientes que utilizan metadona, las dosis normales de la heroína que se vende en la calle no son suficientes para producir el "rush", haciendo más fácil dejar de usar la heroína.
Los efectos de la metadona duran de cuatro a seis veces más que los de la heroína, por lo que las personas en tratamiento necesitan tomarla solamente una vez al día. La metadona también es un medicamento seguro aún cuando se consuma continuamente por más de 10 años. Cuando se combina con las terapias conductuales o consejerías y otros servicios de apoyo, la metadona permite a los pacientes dejar el uso de la heroína (y otros opiáceos) y volver a tener una vida más estable y productiva. Se deben vigilar cuidadosamente las dosis de metadona en pacientes que están recibiendo terapia antiviral para tratar la infección por VIH para evitar interacciones potencialmente negativas entre los medicamentos.
La buprenorfina y otros medicamentos

generalmente tienen menos síntomas del síndrome de abstinencia que aquellos que discontinúan la metadona. Gracias a estas ventajas, la buprenorfina parece ser más adecuada para uso en una amplia variedad de ambientes de tratamiento en comparación con los medicamentos ahora disponibles. Actualmente el NIDA está investigando otros medicamentos que muestran ser prometedores para tratar la sobredosis o adicción a la heroína.
Además de la metadona y la buprenorfina, se pueden recetar otras drogas que alivian la severidad de los síntomas del síndrome de abstinencia. La clonidina muestra algún beneficio, pero su uso es limitado debido a sus efectos sedantes y de hipotensión. La lofexidina, un agonista adrenérgico alfa-2 que actúa sobre el sistema nervioso central, fue lanzado al mercado en 1992 específicamente para el alivio sintomático de pacientes que están pasando por el síndrome de abstinencia de opiáceos.
La naloxona y la naltrexona son medicamentos antagonistas, es decir, que bloquean los efectos de la morfina, heroína y otros opiáceos, y como tal son especialmente útiles como antídotos. La naltrexona tiene efectos de larga duración, extendiéndose de 1 a 3 días dependiendo de la dosis. La naltrexona bloquea los efectos placenteros de la heroína y es útil para tratar a ciertas personas altamente motivadas. La naltrexona también ha mostrado ser exitosa en la prevención de recaídas en convictos que habían sido adictos a los opiáceos y que han salido de prisión bajo libertad condicional.
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